TENGAMOS PLENA CONFIANZA EN DIOS.

carreteras-peligrosas
UN hombre que iba manejando su camión por una
angosta carretera que corría a lo largo de una región
montañosa. A su derecha había un precipicio que descendía,
de modo muy empinado, como unos 150 metros
hasta el fondo de un cañón. Cuando el chofer doblaba
siguiendo una curva, súbitamente perdió el control del
vehículo, saliéndose de la carretera y cayendo por la
ladera de la montaña, rebotando contra ésta, hasta llegar
al fondo del precipicio donde estalló en llamas.
Aunque el aterrorizado el hombre había sido lanzado
fuera del camión, al éste caer por el borde de la carretera
hacia abajo, se las había arreglado para agarrarse de un
arbusto que estaba cerca de la parte de arriba. Y allí
estaba él, aferrado desesperadamente a la pequeña rama,
y colgando peligrosamente sobre el abismo. Después de
tratar de tirar hacia arriba por sí mismo durante varios
minutos, gritó con desesperación:
-¿Hay alguien allá arriba?
Alos pocos segundos, la potente voz del Señor resonó
en toda la montaña, diciendo:
-Sí, yo estoy aquí. ¿Qué quieres?
El hombre suplicó:
-¡Por favor, sálvame! No puedo seguir agarrado de
esta rama por mucho más tiempo.
Después de otra angustiosa pausa, la voz dijo:
-Está bien. Voy a salvarte. Pero primero tienes que
soltarte de la rama, y confiar en que yo te vaya agarrar.
Sólo suéltate ahora. Mis manos estarán debajo de ti.
El hombre, que estaba balanceándose peligrosamente
agarrado de la rama, miró por encima de su hombro al
camión en llamas que se encontraba en el fondo del
precipicio, y luego gritó: "¿Hay alguien más que me pueda ayudar?" .
¿Se ha encontrado usted alguna vez en un aprieto
parecido a éste? ¿Le ha suplicado alguna vez a Dios que
le ayude en una situación angustiosa, y le ha contestado
pidiéndole que usted confíe en él con su vida? ¿Ha
considerado alguna vez la respuesta de Dios, y luego ha preguntado por
alguien más, que me pueda ayudar?

Como hemos indicado, ésta no es una experiencia
fuera de lo común en la vida cristiana. Nosotros creemos
que sabemos qué es lo que necesitamos en un
momento de crisis, pero a menudo Dios tiene otras
ideas.
(Tomado de "Cuando lo que Dios hace no tiene Sentido" de Dr. James Dobson.)
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. (Isaias 55:8-9)


TENGAMOS PLENA CONFIANZA EN DIOS PARA NUESTRA SALVACION.

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