¿QUE ES "CRIAR" CRISTIANAMENTE A NUESTROS HIJOS?
La
crianza cristiana de los hijos en realidad se debería definir como
evangelismo de crianza de los hijos, porque la responsabilidad primaria
de un padre cristiano es disciplinar y evangelizar al niño. La Gran
Comisión se debería poner en práctica en el hogar primero, pues «si
alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha
negado la fe, y es peor que un incrédulo» (1 Timoteo 5.8). Este
principio de proveer para los nuestros no se aplica simplemente a las
necesidades físicas, también se aplica a las necesidades espirituales.
Los
cristianos tienen el deseo innato de ver que sus hijos caminen con
Cristo. De manera consecuente, los padres deben recordar que tienen la
responsabilidad del discipulado. Dios nos concede el privilegio de
cuidar de nuestros hijos enseñándoles lo que una vida centrada en el
evangelio significa. Los padres deberían ver a sus hijos como su campo
evangelístico primario.
El proceso de crianza de los hijos
es simplemente eso: un proceso. Los padres tienen toda la infancia de
sus hijos para enseñarles a reconocer su propio pecado, el evangelio y
cómo vivir una vida cristiana. No es una sola oportunidad ni una sola
conversación. Se parece mucho al cuadro de la evangelización hecho por
Pablo en 1 Corintios 3.6. Allí él describe cómo los corintios llegaron a
conocer a Cristo: «Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha
dado Dios». La analogía de plantar es apropiada porque, tal como en la
evangelización, es un proceso que lleva tiempo, esfuerzo y que en última
instancia depende del Señor.
La siembra no es sobrenatural, pero
el crecimiento de la semilla sí lo es. Aunque el agricultor no pueda
hacer que sus cultivos crezcan físicamente, él sí puede ser fiel en
plantar, regar y cuidar de la semilla. El Dios que hace que una semilla
diminuta crezca hasta convertirse en un árbol grande y lleno de frutos,
es quien debería recibir toda la gloria. En la evangelización, los
cristianos tienen el privilegio de plantar, regar y cuidar las plantas
de crecimiento cristiano. Pero es Dios el único que tiene la
prerrogativa milagrosa de dar crecimiento y solamente Él merece la
gloria por realizar la obra maravillosa de la salvación.
¿Cómo
se relaciona el punto de vista de Pablo con la crianza de los hijos? Se
relaciona en esto: La meta de crianza de los hijos no es la salvación
de ellos. Esto está fuera de la capacidad y el control de los padres. La
meta de crianza de los hijos es enseñarles fielmente qué es el
evangelio y cómo debería influir en sus vidas. El padre planta la
semilla y provee el agua. Dios da el crecimiento. Este simple versículo
también provee a los padres de una triple estrategia para la
evangelización: Prepare el terreno del corazón de su hijo, plante
semillas de verdad y ore y proteja el cultivo de enemigos.
Fuente: academia-cristiana-internacional.
DIOS NOS BENDIGA A TODOS.
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