Algunas sugerencias para elegir tus propositos del 2012

 
¿Cuál es el más grande de tus propósitos para el 2012? 

Al término de un año y al inicio de otro solemos escribir algunos propósitos para los meses venideros. “Este año quiero leer y estudiar la Biblia más profunda y regularmente; quiero leer buenos libros cristianos; quiero involucrarme más en la iglesia, poner mis dones en operación; quiero dedicar más tiempo a mi familia, a mi esposa y a mis hijos; quiero practicar más ampliamente la hospitalidad cristiana; quiero compartir el evangelio con familiares y amigos que no conocen a Cristo”. Todos estos propósitos son buenos y nobles, pero he aquí uno que supera todos los demás: el incremento de nuestra comunión e intimidad con Dios. Ese es el gran propósito de la vida cristiana. Fuimos creados y salvados para glorificar a Dios y gozar de El por siempre. Todo lo demás está supeditado a esta meta final. De hecho, este es el móvil que santifica todos nuestros esfuerzos en la vida cristiana práctica, el combustible necesario para mantenernos corriendo la carrera fielmente año tras año, ocupados en el desempeño de nuestros deberes como hijos de Dios. Debemos tener diversos propósitos para este año que recién empieza cubriendo distintas áreas de nuestras vidas, pero he aquí el que ha de coronar esta lista si realmente somos cristianos: nuestro anhelo por incrementar nuestra comunión con Dios. Dice el salmista en el Salmo 42: “Como el ciervo brama por las corrientes de la aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo”. Y en un tono similar dice el apóstol Pablo en Fil. 3:10 que su gran anhelo en la vida era conocer a Cristo. Eso puede ser confuso para algunos. ¿Cómo es que Pablo dice aquí que él deseaba conocer a Cristo? ¿Un hombre de la estatura espiritual del apóstol, que alcanzó una relación de intimidad con el Señor como quizás nadie la ha tenido jamás, nos dice aquí, unos 30 años después de su conversión, que él anhelaba conocer a Cristo? ¿Cómo es eso? Al igual que el salmista, Pablo tenía sed de Dios, y mientras más se acercaba para saciarse, mientras más progresaba en su vida espiritual y conocía más íntimamente las perfecciones de su Señor, más se acrecentaba su anhelo por El. Thomas Shepard, pastor en Nueva Inglaterra y fundador de la universidad de Harvard, dijo lo siguiente al respecto: “En la verdadera gracia hay un círculo infinito: el hombre sediento recibe, y recibiendo ahora está sediento por más”. Tozer lo puso de este modo: “Oh Dios, he gustado tu bondad, y me ha satisfecho, pero me ha hecho sediento por más. Estoy dolorosamente consciente de mi necesidad de más abundante gracia. Me avergüenza mi falta de deseo. Oh Dios, el Trino Dios, yo quiero querer más de ti; anhelo ser llenado de anhelo; estoy sediento de que me hagas más sediento aun”. Ese es mi anhelo para el 2012 y para el resto de los años que el Señor me conceda estar en este mundo. Es lo que deseo para todos los lectores de este blog. 

Por Sugel Michelén. Todo Pensamiento Cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.
Fuente:Todo pensamiento cautivo, Sugel Michelen

DIOS NOS BENDIGA A TODOS.